viernes, 21 de mayo de 2010

LA NIÑA LUNA... Y EL GATO NEGRO



La niña Luna mira por la ventana de su habitación, abrazándose las rodillas con sus blancos brazos, y con ese pijama rosa que tanto le gusta... Sus largos cabellos negros se extienden como zarcillos de sombra sobre la almohada, algunos llegan al suelo, y otros reptan por el alfeizar de la ventana...

Otra niña cualquiera tendría miedo, de estar sola en casa, de ver el bosque negro, de los pequeños y grandes ruidos de la casa que se enfría, en aquella cálida noche del mes de septiembre... Su negro gato, Negro, también está mirando por la ventana, pensando en sus cosas, mientras también mira la luna...
Cuarto menguante en el cielo, mas cuarto creciente en dos corazones, tan diversos... Y Negro piensa..."Quién fuera humano, de su edad, para robarle un beso... Quién pudiera hablar, para decirle, lo mucho que la quiero... Que me muero por sus ojos azules... Que sufro cuando llora, y no puedo hacer nada... Mis posturitas, y ronroneos, y mis caricias, son poca cosa, para llenar sus sueños... Mi niña no llora, lo sé, pero está sufriendo... Quién pudiera ser su amigo, su compañero..."

Y la niña Luna, también piensa, bajito, al verlo... "Quién fuera gatita, para ronronearle, todo mi afecto... Quién tuviera siete vidas, para pasarlas a su lado... Me gustaría cazar bichitos en la pradera, a su lado, bajo la luz de la luna, o perseguir mariposas, y ranas... Y volver, luego, al cálido refugio, a nuestra casa, y compartir cesto..."
Y cuenta la leyenda, que el hada de la luna, que tantas veces había oído aquellos deseos (porque no necesita que nadie diga las cosas en voz alta, basta con desearlo de verdad...), se apiadó de ellos... Y desde aquél momento, la primera noche de luna nueva, Luna se vuelve gatita, blanca y negra, y la pasa entera con Negro, en feliz libertad por la amplia pradera y el bosque negro... Y la segunda noche, es Negro quien se vuelve humano, un niño de doce años, los mismos que Luna, de gigantes ojos negros, y pasan todo el tiempo juntos...
Por eso, Luna y Negro se sonríen, sin mirarse, en silencio... Pues los dos saben que dentro de pocos días, volverán a estar juntos de nuevo...

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