viernes, 9 de septiembre de 2011

LA SIERAN VARADA

El viento de Poniente ha dejado varada sobre la playa una hermosa sirena, esta mañana, con la bajamar… Hermosa criatura donde las haya, con sus tremendos ojos negros y su larga melena, ha vuelto a sentir la necesidad de experimentar la caricia del sol, el calor de sus rayos… incluso aunque supusiera volverse temporalmente humana, cuando se le secase por completo la cola… Por supuesto, no es lo más normal presenciar que las aguas depositan sobre las arenas una hermosa criatura, mitad pez, mitad humana, cada una de ellas por separado un proyecto de hibridación genética, mas por separado, ninguna de las dos sirve de mucho… aunque siempre podrías comerte la cola…



Hubo un tiempo durante el cual mucha gente se sentía medianamente cabreada o molesta con las hijas de Poseidón (sobre todo las hembras menos agraciadas), puesto que emergían a la superficie desnudas, ¿acaso existen sirenas que salgan con la ropa puesta? Y el mayor problema, especialmente, era que los varones humanos se prendaban de tan hermosas y descocadas criaturas… y como las sirenas tampoco se distinguen por su abstinencia, era frecuente verlas apareándose sobre la arena de la playa… y lo que salía después, cualquiera sabe…


Por eso, el sector más discreto y el más radical de la iglesia hizo difundir numerosas octavillas, en las que decían: “Sirenas, vale, de acuerdo… pero vestidas”… Durante cierto tiempo, en las arenas de Cádiz, se dejaban por la noche, en el límite superior de las aguas en la pleamar, unos hermosos conjuntos, a la par que recatados, para que las sirenas al salir de su medio y secarse la cola, tuvieran algo que ponerse…



La idea era buena… lo malo era que se parecía más bien a un “burka” o a una falda de mesa camilla, que a una prenda juvenil, por lo que se las distinguía de todas formas por la playa, y no estaban cómodas… También les dejaron bañadores de cuerpo entero, pero versión premamá, para evitar las tentaciones…



Y de nuevo se vieron sirenas desnudas… y varones en celo… La solución fue considerarlas lo que eran: hermosas mujeres adolescentes, que deseaban divertirse un poco, flirtear con los humanos, y poco más… ¿Y qué tipo de ropa se pone una adolescente? Pues un bikini hermoso, moderno, y si añades una bolsa con unas chanclas, un pareo a juego, y una toalla de playa, mejor que mejor…



Por eso, desde hace varios meses, en las playas de Cádiz es muy frecuente observar a exquisitas adolescentes, maravillosamente proporcionadas, con un bikini negro… que tiene en el lateral derecho de la braga una concha de color blanco… Y estas jóvenes se pasan el día paseando, tomando el sol, descansando y disfrutando el sonido del mar… De vez en cuando, se mojan los pies con sumo cuidado, pero ellas, hasta que regresan al mar por la noche, procuran mantenerse lo más alejadas posible de su otro ambiente… Y por la noche, dejan sus bolsas de tela, con bikini, chanclas y toalla, colocada tras la torre del socorrista, y entonces, emprenden una carrera alocada hasta el agua, se zambullen, y regresan a su forma… Y nadan, hasta la siguiente excursión… En algunas ocasiones, le entregan el equipo a sus compañeras, que tomarán el relevo por la mañana, pero casi siempre, perpetúan las normas…


Esta mañana, me he sentado junto a una hermosísima sirena de larga melena negra, piel muy bronceada por el sol, y un bikini negro que cortaba la respiración… ¿O sería por su cuerpo, exquisitamente perfilado? Incluso hemos hablado algún tiempo, me dejó sentarme a su lado, y recorrió la silueta del tatuaje de dragón en mi espalda… Caminamos un rato, en silencio, escuchando el murmullo del viento, del mar… Nuestras manos se rozaban de vez en cuando… hasta que me decidí a coger su mano izquierda, y luego puse mi brazo en torno a su cintura… Un rato después, de nuevo en la toalla, la besé en los labios, y no le molestó… Pero tampoco pasó nada más… Me quedé a su lado todo el tiempo que pude, mas tuve que regresar al mundo real… Y cuando le pregunté por su nombre… “Elvira”… me sorprendió muchísimo que fuera el de mi primer amor

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